Cientos de personas se dieron cita ayer a unos pasos de la Casa Blanca para mostrar su oposición contra los participantes de una marcha por la supremacía blanca, que juntó a menos de un centenar de personas de acuerdo con medios de información.
La movilización supremacista titulada “Unite the Right” (Unidad de la derecha), fue organizada en el primer aniversario de la protesta de Charlottesville, que terminó con la muerte de Heather Heyer, una mujer contraria al racismo, arrollada por un auto, y al menos una docena de personas heridas.
El mitin supremacista fue promovido por Jason Kessler, un nacionalista blanco que el año pasado también participó en la organización de la marcha de Charlottesville.
Además de la protesta en Washington contra el mitin supremacista, se realizaron varios actos en decenas de ciudades de Estados Unidos contra el odio y el racismo.
Las protestas, tanto las de los nacionalistas como las de sus opositores, fueron supervisadas de cerca por cientos de elementos de la policía, que siguieron cada paso de las acciones públicas.
Ante la marcha de este domingo, Trump evitó nuevamente condenar el racismo explícito de la supremacía blanca y los simpatizantes del neonazismo. En un mensaje en su cuenta de Twitter escribió: “condeno todos los tipos de racismo y actos de violencia. ¡Paz a todos los estadunidenses!”
